Hoy en día las expectativas del consumidor son cada vez más exigentes, no solo vale con proporcionar una gran experiencia, sino que es necesario que el cliente esté en el centro de todo lo que la empresa haga, empezando por su estrategia digital, lo que, en última instancia, significa seguir estos seis pasos:
1. Definir el público objetivo
Una estrategia digital debe comenzar con una comprensión clara de a quién nos dirigimos, quiénes son nuestros clientes, cómo perciben las interacciones con la empresa y qué quieren y esperan de la marca en el futuro.
2. Aprender de los clientes
Es el clásico escuchar antes de hablar. En la actualidad los clientes se muestran asertivos y cuentan con las herramientas y las ganas para compartir sus opiniones y experiencias con las marcas. Esta información es muy valiosa y una potente guía sobre lo que la marca está haciendo bien o mal.
3. Alinear la organización con la voz del cliente
Todos los miembros de la organización, así como las empresas externas que colaboran con ella, deben remar juntos en la misma dirección y compartir una misma visión tanto de la marca como de sus clientes.
4. Usar las herramientas a tu disposición
Existen numerosas herramientas que permiten tener un mayor y mejor conocimiento sobre los consumidores de una marca: mapas de empatía, buyer persona, customer journey map… Utilizarlas permite encontrar puntos a mejorar y aspectos de especial valor para el cliente.
5. Mejorar la dedicación al cliente
Es esencial que la estrategia de marketing se encuentre apoyada por una cultura empresarial de mejora constante y dedicación al cliente o los consumidores experimentarán contactos contradictorios con la marca.
6. Monitorizar
La monitorización se debe usar para garantizar que todo aporte información sobre la experiencia que está recibiendo el consumidor y las posibilidades de mejora.
Cambiar la forma de hacer negocios para que tu estrategia digital se centre realmente en el cliente no es una tarea sencilla, pero sin duda dará sus frutos, proporcionando una ventaja competitiva a corto y largo plazo.